Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI.
El surgimiento inminente de la inteligencia artificial general (AGI) ha encendido un debate global, impulsado por líderes como Sam Altman y Demis Hassabis, quienes advierten sobre su cercanía y los riesgos en el empleo, la educación y la economía, en un contexto de escasa regulación y falta de consenso sobre su definición.
Sam Altman, de OpenAI, afirmó que ya saben cómo construir una inteligencia artificial general y que OpenAI podría alcanzar la AGI en un plazo de cinco años, aunque advierte que sus efectos podrían no ser evidentes de inmediato.
A su vez, Demis Hassabis, de Google DeepMind, mostró inquietud por la falta de preparación colectiva frente a la inteligencia artificial general. Según declaró a Intelligencer, duda de que la sociedad esté lista para afrontar las implicancias de esta tecnología disruptiva.
El debate en torno a la inteligencia artificial general abarca su potencial y los graves peligros que podría conllevar. Roman Yampolskiy, experto en seguridad de IA, advierte que existe una alta probabilidad de que esta tecnología representa una amenaza existencial para la humanidad. Según sus declaraciones recogidas por Intelligencer, la única forma de evitar una catástrofe sería detener por completo su desarrollo, una postura extrema que pone en evidencia el nivel de preocupación por la falta de control sobre estos sistemas.
A esta alarma se suma Demis Hassabis, de Google DeepMind, quien ha señalado el ritmo acelerado del progreso en IA como un factor de riesgo, especialmente ante la ausencia de medidas eficaces que garanticen la supervisión humana.
Sin embargo, no todas las opiniones sobre la inteligencia artificial general son pesimistas. Jason Warner, CEO de Poolside, ofrece una visión optimista de la inteligencia artificial general, proponiéndola como una herramienta que podría apoyar a jóvenes profesionales —especialmente en el sector del software— actuando como un mentor virtual paciente y siempre disponible, capaz de potenciar el aprendizaje, ofrecer capacitación personalizada y complementar el trabajo humano en lugar de reemplazarlo.
