
El Papa León XIV recibiendo una alpaca de peluche en el Vaticano. I Fuente: Andina
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El jueves 8 de mayo, el cardenal Robert Francis Prevost fue nombrado Papa, quien ahora reside con el nombre de Papa León XIV. En su discurso, mencionó a Chiclayo, lugar donde pasó 20 años de su vida y dejó un legado notable.
Después de ser nacionalizado peruano en 2015, el Opus Dei (2025) informa que en noviembre de ese año, Prevost fue elegido obispo de Chiclayo y en el 2018 fue seleccionado como el segundo vicepresidente de la Conferencia Episcopal Peruana. Sin embargo, su vida cambiaría en enero del 2023 cuando fue proclamado cardenal por el Papa Francisco, pero antes de dejar el Perú, su tiempo en Chiclayo marcó para siempre la vida de los ciudadanos.
Una entrevista hecha este año por la Dirección de Comunicación de la Universidad de Piura a un obispo emérito y antecesor del Papa León en Chiclayo, Monseñor Jesús Moliné, menciona que el Papa ayudó a situaciones de crisis en Chiclayo, como en el Fenómeno del Niño y durante la pandemia del COVID-19 cuando ofreció ayuda a las personas al conseguir y brindarles tanques de oxígeno.
Sin embargo, no solo marcó a la población chiclayana en situaciones de riesgo, sino que también en lo personal.
Muchas personas comparten sus testimonios sobre el ahora Papa, donde mencionan su cercanía con todos los chiclayanos, entre ellos, una entrevista con un acólito que sirvió y ayudó al Papa en una de sus misas en Chiclayo, expresa su gratitud y experiencia con él.
En 2017, Sergio Jiménez ayudó al Papa León a realizar la misa en la inauguración de la iglesia Sagrado Corazón. Según menciona, el Papa solía ser el encargado de eventos parroquiales e inauguraciones de iglesias en Chiclayo, y él tuvo el honor de ser el acólito. Jiménez expresa que el Papa fue muy amable con todos, con un trato muy cercano y gentil con todos en la iglesia. Aunque no solo era en misa, sino que con todo Chiclayo en general.

El acólito también destacó que el Papa no solo es elogiado necesariamente por ser peruano y vivir en Chiclayo, sino que resalta su obra en el lugar. Al igual que el obispo emérito Monseñor Jesús Moliné, menciona que en Chiclayo hay mucha pobreza, es una ciudad muy abandonada y con carencias, pero al mismo tiempo, es muy devota. La devoción de los chiclayanos ayudó al Papa a formar una diócesis sólida, y que sus aportes destacables en la ciudad y la población, son acciones que los chiclayanos no olvidarán.
Del mismo modo, una novicia en camino a ser monja también relata sus recuerdos con el Papa León. Flavia Jimenez fue una de las afortunadas estudiantes que pudieron ser confirmadas por el Papa.
Durante los años en que el Papa León vivió en Perú, ayudó en la confirmación de los estudiantes del colegio San Agustín en Chiclayo por varios años. Flavia Jimenez, cuenta que en 2018 fue confirmada por el Papa. Ella expresa que fue una experiencia inolvidable y que ahora cobra mucha más importancia al saber que ella, como futura monja, tuvo el privilegio que fue confirmada por el que sería el futuro Papa.
La novicia destaca la amabilidad y apoyo del Papa, siempre estaba dispuesto a ayudar, recomendar y guiar a todos a su alrededor. Sus consejos son de los recuerdos más preciados, pues siempre fue atinado con sus comentarios y recomendaciones. Jiménez también mencionó que en la iglesia de Chiclayo hicieron una colecta para mandar a unas monjas que, en su momento, habían formado parte de su confirmación, y que habían sido cercanas con el Papa. Al recolectar el dinero, mandaron a las monjas al extranjero para poder asistir a una reunión con el Papa, donde mencionan que el Papa las reconoció y se mostró muy amable con su presencia.
Muchas personas expresan las memorables experiencias con el Papa León durante su residencia en Chiclayo, y un factor en común es que todos mencionan lo genuino y atento que fue con todos los ciudadanos. Por eso mismo, es que todos celebran y oran por el nuevo Papa, en forma de agradecimiento y devoción por su gran trabajo en Chiclayo.
El acólito Sergio Jimenez expresó en sus palabras finales su agradecimiento por el Papa, porque Chiclayo no sería el mismo sin él. Su trayectoria marcó muchas vidas en todo el Perú, y todos los chiclayanos están orgullosos de haber sido parte de la historia del Papa León. Al igual que Flavia Jimenez, quien también agradeció por estar presente en la comunidad chiclayana incluso cuando otras figuras de poder no lo estaban.
Sin duda alguna, la huella del Papa León marcó un antes y un después en la historia de Chiclayo, y los ciudadanos por siempre recordarán los momentos compartidos con él con mucha gratitud y honra.